Entrada de ‘Deportes’

Árbitros de fútbol

miércoles, enero 16th, 2013

Lo de ser árbitro de fútbol  en el que todos se parten el pecho por ganar, es para nota. Como el balón se salga fuera del campo o haya fuera de juego y no lo pites ya te puedes preparar a que te llamen de todo menos bonito, con independencia de que se puede producir una conmoción, de tal envergadura, que se convierta en el tema estrella de cuantos pisan este planeta.

No creo haber dicho nada, hasta ahora, que no sea compartido por todos los aficionados al deporte del fútbol  Pero, tate…tate…, el otro día me quedé perplejo, cuando asistiendo a un debate televisivo de Punto Pelota, pude observar cómo para dilucidar si en una determinada jugada había existido o no fuera de juego, habían llevado al plató a dos arquitectos para que se pronunciaran sobre el tema.

árbitro de fútbol

Después de buscar el punto de fuga de la foto y delimitar una serie de proyecciones, se volvieron hacia el moderador del programa y muy seguros de su veredicto, dictaminaron que “no había existido fuera de juego”. Madre mía, pensé yo, llevándome las manos a la cabeza, ¡dónde hemos llegado!, pobres árbitros, que ahora tendrán que luchar nada menos que con técnicas de proyección y fugas, a la hora de ser juzgadas sus decisiones.

Apagué el televisor y recobré la calma, ya que en la tertulia de marras las voces altas y las interrupciones continuas de los contertulios en los parlamentos ajenos, constituye su seña identificativa, pese a las reiteradas llamadas al orden del moderador.

 

 

Pensé para mis adentros, que los que habían considerado que la endiablada prueba técnica descrita pudiera constituir un dogma de fe, estaban muy equivocados, porque la escena sometida a examen, en vivo era dinámica y no estática, pero, además, había que considerar en todo este embrollo el momento en que el balón había salido del que pretendió el pase.

Pienso sinceramente que los árbitros deberían de salir al campo no con un “silbato” amarrado a la muñeca, sino con un “GPS” especial, fabricado al efecto, dotado de un piloto que se encendiera al producirse un fuera de juego. Pero ¿qué hacemos con esos ayudantes que se llevan un sofocón en cada partido, recorriendo las bandas de una portería a otra? Todo un problema, que se solucionaría dotándolos de un casco provisto de un telémetro con cruz filar, que de forma milimétrica dejara al descubierto cualquier alineación punible.

Preocupado por los árbitros y sus decisiones, aún queda un asunto muy controvertido por tratar: con qué aparato se podrían medir las simulaciones de los jugadores cuando se caen…. Lo pensaremos otro día, espero que no se haya notado que soy forofo de un equipo concreto.