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En recuerdo

jueves, diciembre 5th, 2013

Volvió a rozar mi alma el último aliento de una vida amiga que se adelantó al supremo trance y , junto al desconsuelo, tengo la esperanza de que en algún lugar del cosmos enigmático y sobrecogedor, lo que se desprendió de su cuerpo forme parte del que intuimos halo universal que nos separa de la nada.

pena blanco y en blog

Esa esperanza me reconforta, pero sobre todo predispone mi ánimo para no perderme por caminos en los que se enmascara nuestra finitud y nos conducen a los falsos paraísos de bienaventuranzas terrenas.
Hasta luego amigo; ya dejaste, por fin, de ser huérfano, de sentir nostalgias por afectos perdidos en edad temprana; ya te has reunido con la eternidad, volviendo a ser lo que eras cuando dos enamorados te llamaron a su lado para quererte más que a nadie.
Otros que también dejaron de ser huérfanos te esperan, despojados de los pantalones de pana y la chaquetilla gris, de las alpargatas y las botas de clavos , pero con los brazos abiertos para darte la mejor de las acogidas.
Dejas un hueco, y nos asaltan unas lágrimas traicioneras, pero nunca te olvidaremos.

Amistad

martes, noviembre 26th, 2013

La amistad surgida del infortunio, tiene la virtud de permanecer anclada en el alma , pero guarda en los pliegues de la vida de cada cual, el estigma de la desgracia, lo que la convierte en un sentimiento cautivo de aquella obligación de admitir una convivencia cargada de soledades y limitaciones.

amistad

Si esa amistad se enquista en años tempranos, donde hay que caminar al filo de un abismo sediento de carne fresca, sin más báculo que la valentía y entereza de quien se ve amenazado y sin más guía que una intuición que aún se despereza del letargo de la infancia, adquiere grados de complicidad que difícilmente se consiguen en ambientes menos hostiles.
Cuando el devenir obliga a la separación y los amigos se dispersan por los distintos caminos,, a todos acompañará en su equipaje el sentimiento de haber superado una etapa difícil, en la que encontraron apoyo en aquellas almas gemelas que despertaron afectos fraternales imperecederos.

Por eso, nada de extraño tiene que pasados los tiempos, ya en el último tramo de la vida, cuando se encuentran de nuevo los amigos, examinen desde la distancia lo que significó para ellos compartir una juventud desgraciada y sientan la satisfacción en volver al abrazo leal, a la conversación fluida , con los pies hundidos en el lugar testigo de tantas experiencias, encontrando a pesar de las arrugas, las canas y las limitaciones propias de la edad, la energía del espíritu indomable que se curtió en aquéllas paredes y que le ha servido para superar las adversidades de la vida.
Pero lo que más reconforta el ánimo de todos, es asistir a una renovación de aquella alegría que , pese a todo, inundaba las aulas, los dormitorios, el comedor , los campos de deporte, la capilla, los jardines…porque no hay consuelo más grande ni ejemplo más vivo de fortaleza y felicidad que ver sonreír a un huérfano.
Salud a todos.